La Ciudad Prohibida de Pekín. Imágenes y mapas




La Ciudad Prohibida de Pekín, era en realidad una pequeña ciudad que a modo del actual Estado del Vaticano, se componía de una serie de palacios y edificios imperiales de la China desde principios del siglo XV, encerrados en una muralla y rodeado de otras ciudades envolventes como vemos en la imagen, para darle seguridad y un ceremonial de Ciudad de los Dioses. 

En total albergaba unos 980 edificios diferentes y de distinto uso y unos 720.000 metros cuadrados, con un total de unos 10.000 habitaciones. 

Hoy se conservan muchas de aquellas edificaciones y además de ser Patrimonio de la Humanidad es un ejemplo de palacios imperiales chinos, que buscaban mucho más que ser un lugar para habitar y administrar un país.

Ciudad amurallada, pero también ciudad a la que no se podía entrar ni salir sin permisos especiales, pues era considerado lo más cercano a los Dioses y al Cielo, y tan solo los elegidos podían adentrarse en su interior.

Esta ciudad se creó desde la nada en tan solo 15 años, aunque para su construcción se emplearon más de un millón de obreros, que trabajaron los mármoles y las maderas preciosas para dotar a todos aquellos edificios de la mejor calidad de su época.

Para ver algo de esta ciudad hemos puesto arriba con un tapiz de seda de la Dinastía Ming donde vemos en un eje norte sur la estructura de la ciudad. Con túnica roja vemos en un lateral al Jefe de Obras y Edificaciones Kuai Xiang.



Continuaremos con un plano general de todo el complejo, donde vemos la Ciudad Prohibida, la Ciudad Imperial, la Ciudad Interior y la Ciudad Exterior, que distribuía sobre Pekín las diversas formas de construir espacios cerrados alrededor de la Ciudad Prohibida, que le sirvieran de defensa.



Y por último un plano de la Ciudad Prohibida con sus indicaciones e informaciones de los diferentes palacios.

No es con los criterios actuales una ciudad ideal, lo podría ser en aquellos siglos y en aquella cultura, pero nos sirve de ejemplo para ver los conceptos sobre todo de defensa, que se incluían en todas las ciudades en toda la historia y en todas las civilizaciones. 

Las ciudades que se consideraban importantes, debían ser sobre todo seguras ante ataques desde el exterior. Sobre todo si dentro vivían los Emperadores.

Rana en parque de Madrid, para niños y adultos

Cuando en un parque de una gran ciudad es posible ver ranas, lagartijas, peces y aves, sueltos de forma natural, simplemente cuidando el ambiente del lugar y creando las condiciones para que puedan vivir, estamos en realidad creando un hábitat de forma artificial, pero sobre todo propiciando que los niños puedan seguir conociendo lo que eran las ciudades hace medio siglo.

Es un parque de Madrid, en concreto el Parque Botánico instalado en pleno centro de la ciudad. Además de pasear y ver grandes árboles y plantas muy curiosas, es un lugar perfecto para que los niños conozcan elementos naturales que ven muy pocas veces al natural, dentro de sus pequeños hábitat donde viven de forma (casi) libres.

No es lo mismo pobreza que hambre. Las ciudades y sus problemas

Un barrio de la ciudad de Pune, India. El arquitecto reflexivo

¿Os gusta el Paseo Independencia de Zaragoza, la Gran Vía de Madrid, la New St de Birmingham, los Campos Elíseos de París, las Ramblas de Barcelona? Pues por cada una de estas calles maravillosas, existen en las mismas ciudades 100 calles que son horrorosas, muchas de ellas vacías, sucias, peligrosas, sin servicios. 

Barrios enteros que esconden la pobreza, pues ella misma tienda a esconderse en las grandes ciudades.

La ciudades son maravillosas, tanto que (casi) todos los ciudadanos quieren irse a vivir a su interior. Añoran sus localidades anteriores y vuelven los días libres, pero desean ser y sentirse de ciudad. En España, en China o en Senegal. Puede que equivocadamente, pero eso depende del tipo de ayudas que reciben en los pueblos para lograr su independencia vital y económica.

Pero las ciudades necesitan crearse desde y hacia una calidad determinada, pues si no es así se convierten en todo lo contrario a lo que se necesita. Por eso las ciudades que ahora crecen hasta tamaños imposibles, se pueden hundir en su miseria a largo plazo.

Cuanto más pobre es una sociedad grande, más necesita una red de grandes ciudades para sobrevivir. 

Es mucho más sencillo sobrevivir —en estos tiempos— en una gran ciudad que en un pueblo. Diréis que no, pero lo diréis equivocadamente. La capacidad que tiene un pueblo para soportar un número medible de personas sin recursos es muy inferior al que tiene una ciudad.

En Madrid aproximadamente hay un 1.200.000 personas de población extranjera declarada. Sobre todo entre los 20 y los 40 años de edad. El 95% viven entre la capital y su zona metropolitana. Casi un 16% de la población declarada de la Comunidad de Madrid son extranjeros (2021). Las migraciones crean conflictos en localidades pequeñas y en cambio pasan mucho más desapercibidas en las grandes ciudades. Hablo de porcentajes de movimientos migratorios.

¿Puede una ciudad como Alcañiz (por poner un ejemplo elegido al azar) con 16.333 habitantes, tener en su seno sin problemas de convivencia y de forma fácil, un total de 2.400 extranjeros? En realidad se acerca. Tiene 2.264 vecinos extranjeros. Tener mil más, sería un punto complicado de asumir. Pero en la actualidad no hay problemas si se sabe gestionar todo en cuanto a temas sociales, laborales y de convivencia.

Pero los extranjeros no son un dato válido para lo que hablamos. En la Comunidad de Madrid hay unas 90.000 familias en la pobreza más absoluta, en emergencia social. ¿Os imagináis en Alcañiz a 225 familias, hogares, en la misma situación de emergencia social? ¿Casi mil personas en una localidad de 16.000 habitantes, necesitando ayuda constante para sobrevivir?

Las personas que están en esta situación, dentro de las grandes ciudades, en general, son familias migradas desde zonas rurales. Y que en la ciudad lo están pasando muy mal. 

Pero que en sus zonas de origen, en las zonas rurales, serían un tremendo problema sin solución. No porque no sea capaz de asumir mucho mejor las ayudas sociales las zonas rurales, que sin duda lo son, sino porque estadísticamente se colapsan mucho antes y en un porcentaje mucho menor que en las ciudades. No hablo de números totales, sino de porcentajes sobre la población.

No confundir pobreza con hambre. Son dos conceptos muy distintos, aunque uno se contenga en el otro. El hambre es más sencillo de resolver en las localidades pequeñas. La pobreza NO.

Incluso a las sociedades y sus gobiernos les resulta más sencillo crear redes de apoyo sanitario, educativo, de acción social, de formación para el trabajo, de control de problemas, de seguridad o de apoyos habitacionales en una gran ciudad que en todas las pequeñas localidades si se mantuvieran viviendo en ellas. Y se ha demostrado, que los propios vecinos de las pequeñas localidades, increíblemente potentes para ayudar a sus vecinos nativos, las comunidades pequeñas se agotan mucho antes a la hora de ayudar a los migrantes.