Líneas viales curvas y aleatorias para reducir velocidad


Hay muchas veces en las que como parte de la sociedad enseguida aprendemos a saltarnos las normas. Ahora vamos a hablar un poco del exceso de velocidad que se produce al cruzar ciudades, localidades pequeñas sobre todo.

Los radares no son la solución pues hay personas a los que les importa poco pagar multas o simplemente no las pagan. Se sabe los procedimientos o llevan sistemas que les indican el lugar exacto en dónde está colocado el radar. Ni antes, ni después.

En la localidad de Bauné en el Norte de Francia, han creado un sistema de líneas viales que están probando para ver si funcionan en su objetivo y logran que no se cruce la zona a más de 30 km por hora.

Este cúmulo de líneas curvas consiguen que el conductor preste mucha más atención, reduzca la velocidad, no sepa bien en esas zonas qué está sucediendo. A dónde tiene que dirigirse, hacia dónde hay que girar. 

¿Funcionará el experimento vial? Algo hay que hacer, probar.


El impacto del turismo masivo en las ciudades: ¿Cómo afecta a su identidad y habitantes?


El aumento descontrolado de turistas está transformando nuestras ciudades en meros parques de atracciones o parques temáticos y turísticos, erosionando su autenticidad y desconectándolas de sus verdaderos ciudadanos. Si seguimos esta tendencia, estaremos fomentando empresas que, si bien pueden ser rentables a corto plazo, están desmantelando la esencia social de las ciudades.

Es crucial establecer límites tanto en el flujo turístico como en la afluencia constante de visitantes que solo observan temporalmente la ciudad. Tomemos ejemplos evidentes como el centro de Barcelona, París, Benidorm, Nueva York o Dubrovnik, que ilustran claramente esta problemática. Y desafortunadamente, esta lista de ciudades afectadas sigue creciendo.

Esta avalancha turística está logrando la desaparición de comunidades locales que las 24 horas del día, los siete días a la semana, cuidaban sus entornos urbanos. Aunque los turistas llenan el vacío, se está modificando por completo el tejido comercial, los servicios públicos y privados, así como los aspectos de seguridad activa y pasiva.

Estamos transformando una ciudad de barrios interconectados con un sistema social de cuidados diversos, en parques temáticos con necesidades y realidades totalmente distintas. 

En este nuevo escenario, lo prioritario no es el cuidado, la seguridad y la pluralidad, sino la diversión y el consumo desenfrenado dentro de horarios distintos, a menudo en guetos de jóvenes o turistas mayores, donde los servicios adoptan un enfoque completamente diferente.

Es imperativo que reconsideremos esta dinámica y encontremos un equilibrio para preservar la identidad y la autenticidad de nuestras ciudades, garantizando que los beneficios económicos no se logren a expensas de la esencia social y cultural que las define.


Tendencia imparable: China avanza hacia una sociedad sin efectivo


En las grandes ciudades de China, el uso de dinero en efectivo ha disminuido considerablemente en los últimos años. La rápida adopción de métodos de pago electrónicos y móviles ha transformado la sociedad china en una que cada vez más utiliza el dinero electrónico y menos el dinero en efectivo.

Las aplicaciones de pago móvil de China, como Alipay y WeChat Pay, son ampliamente utilizadas en todo el país, ofreciendo una gama completa de servicios, incluyendo pagos en tiendas físicas, transferencias entre personas, compras en línea, servicios públicos y más. Estas aplicaciones han simplificado las transacciones diarias para los ciudadanos chinos, convirtiéndose en una parte integral de su vida cotidiana.

El gobierno chino respalda activamente esta transición hacia un sistema sin efectivo, implementando políticas para fomentar el uso de pagos electrónicos y desalentar el uso de moneda en efectivo. En muchos lugares, es común que los comercios y servicios no acepten efectivo como forma de pago.

Es fundamental tener en cuenta que, a pesar de esta tendencia hacia la digitalización de pagos, aún existen ocasiones en las que se utiliza efectivo, pero especialmente en áreas rurales o entre personas mayores, menos familiarizadas con las tecnologías digitales.

China ha realizado inversiones significativas en la infraestructura necesaria para admitir pagos digitales, incluyendo la instalación generalizada de lectores de códigos QR. La mayoría de los comerciantes, desde pequeños puestos de comida hasta grandes cadenas de tiendas, prefieren pagos digitales sobre el efectivo. Esta preferencia ha convertido el conocimiento de las aplicaciones de pago digital en prácticamente imprescindible para la vida diaria.

En resumen, las principales ciudades chinas, como Pekín, Shanghái y Shenzhen, muestran una disminución continua en el uso de efectivo debido a la creciente conveniencia de los pagos digitales, respaldada por políticas y medidas gubernamentales que promueven esta transición rapidísima.

Ajovín