Fachada de Baza contra el color del verano en Granada

Hay dos detalles de esta fachada de la ciudad de Baza (Granada) que me gustaría resaltar por lo diferente a muchas otras fachadas europeas, y que en un caso casi se dan solo en la península ibérica. Por un lado las persianas amplias y desplegadas ante un posible día de sol y calor. Por otra parte el revestimiento de cerámicas, de trozos de cerámica más bien, para evitar que el sol penetre en la pared.

En las ciudades con mucho sol y calor toda lucha contra el enorme poder calorífico de un sol de verano a las cinco de la tarde es poca. Lo básico es pintar de blanco las fachadas para que el sol no quede absorbido y su calor entre en el edificio. El blanco es también el color de la ropa de muchas personas que viven en las zonas cercanas al desierto en África.

En Europa las persianas no existen, tampoco los visillos o las cortinas en las ventanas. En muchos países europeos la luz y más el sol es un activo que intentan recoger y meter dentro de las habitaciones. En España nos sobra luz y calor y las persianas de madera o de fibras vegetales son imprescindibles junto a las ya más modernas persianas de plástico.

Crecimiento del plano de una ciudad a lo largo de su historia

Estos dibujos los vamos a utilizar para observar de qué manera va creciendo una ciudad desde un asentamiento prehistórico (1), hasta el siglo XVI más o menos (6). En concreto estaríamos observando el plano de la primitiva ciudad de Liubliana en Eslovenia, que se va configurando alrededor de su castillo que todavía existe.

En todos los casos podemos observar cómo la ciudad se intenta defender con murallas, incluso estando asentada sobre un importante montículo que ya le ofrecía una seguridad añadida. Podemos estar hablando de una ciudad con unos 3.000 años de existencia (1) que hasta la llegada de las épocas modernas (6) se mantiene siempre a la defensiva de sus enemigos utilizando las defensas naturales y añadiendo defensas propias para casos de asalto.

Que se haya podido mantener tantos siglos nos indica que sus sistemas de defensa eran útiles y apreciados, pues cambiaban los moradores pero seguían conservando el lugar y las posiciones de defensa. Vénetos, Llirios, Celtas, Romanos, Hunos, Ostrógodos, Lombardos, Francos, Magiares, etc. han pasado por este lugar, conquistando o sitiando y dominando la zona.

Librería en Liubliana, elemento urbano de calidad y paz

El urbanismo útil se compone de muchos servicios, de la suma de muchas ayudas a la sociedad para convertir unos edificios de piedras o ladrillos, unos suelos de asfaltos ásperos en una ciudad lo más humana posible. En realidad el urbanismo simplemente trabaja por lograr ciudades más útiles, más personales, con más calidad de vida. O al menos para eso debería trabajar.

Planificar y ordenar las ciudades es urbanismo, pero no siempre se logra desde la iniciativa pública. Y aquí es donde hay que trabajar más, en apoyar buenas ideas para que la iniciativa privada ponga su gran granito de arena hasta convertir a las ciudades donde toca con su varita, en ciudades más humanas. Es decir, estoy reconociendo que la iniciativa privada puede ser muy buena o incluso muy mala. Y en ese diferenciación es donde también tiene que actuar la iniciativa pública.

Estas dos imágenes son de una librería infantil de la ciudad eslovena de Liubliana. Justo al lado de la estación baja del funicular que sube al castillo. Un local que aúna varios conceptos sencillos pero muy eficaces. Decoración, variedad de sus elementos y sobre todo amabilidad de las personas que la atienden. 

Podría ser cualquier otra ciudad del mundo, está aquí como ejemplo multicultural de lo que es un servicio privado que creado con buen gusto ayuda a que la ciudad sea más amable.

La estación del funicular es muy hermosa, y aunque está en un rincón amplio resulta muy escondido formando un túnel de una treintena de metros como poco donde la librería de la imagen ofrece un punto de color y de uso. 

Su presencia evita (en cualquier punto del Planeta) la violencia idiota contra los mobiliarios urbanos, no en Eslovenia que es un país muy seguro, sino en muchas otras ciudades donde es necesario crear este tipo de “puntos de uso” para evitar la teoría de los cristales rotos. Que existan esos locales privados resuelve problemas públicos de uso y convivencia.


Dubai entre el futuro y la sostenibilidad como ciudad

Visitando Dubai se tiene la sensación de que las películas del futuro son reales, de que ellas se inspiran en Dubai o esta gran ciudad se inspira en las películas del futuro. La gran pregunta que nos podemos hacer es… ¿Pero tiene sentido este diseño tan diferente y a veces atrevido para construir ciudades a todo ritmo? ¿Hasta dónde puede el planeta Tierra soportar este tipo de ciudades que crecen en todo de forma tan impresionante?

Una ciudad requiere muchos condicionantes, entre ellos la calidad social de vida, el reparto de sus posibilidades, unos transportes eficientes y baratos, intentar una igualdad de servicios entre las distintas clases sociales, unas zonas verdes o de esparcimiento que sean útiles, una ciudad sostenible en el futuro, espacios de relación común, contacto con la naturaleza, cultura para crecer y para entretener, unos trabajos, un comercio y unos servicios no a excesiva distancia, un tamaño de espacio total que sea manejable, etc. 

Se necesita trocear las ciudades en barrios para hacerla digerible.

Dubai cumple con algunos de estos condicionantes. Pero no con los principales, tanto es así que ellos mismos ya han decidido construir una ciudad totalmente diferente a unos 25 km del centro de Dubai, con un diseño totalmente distinto pensando en la sostenibilidad y en el futuro muy cercano.

La nueva ciudad 'The Sustainable City' o Ciudad Sostenible ya está llena de personas y si crece se escapará del tamaño ideal que han analizado. Con alrededor de tres mil a cuatro mil residentes que viven en 600 villas y 200 edificios de pisos, son edificios de un máximo de dos plantas, volviendo a la ciudad horizontal. 

Hay serias dudas sobre este aspecto pues inevitablemente nos lleva a ciudades inferiores a las 10.000 personas, pues de no ser así nos iríamos a ciudades muy extensas sobre el territorio y a distancias ya no tan sostenibles.

Los paneles solares cubren todos los techos de las casas, aparcamientos en su vera y empresas no contaminantes entre los edificios casi todas ellas, de servicios o de industrias no pesadas, aprovechando la energía suficiente para que esta sea una comunidad autosuficiente, intentando que poco a poco aumente el número de hogares sean realmente autosuficientes en agua, alimentos y energía. a su vez se incluyen en el proyecto una red de 500 kilómetros de carriles bici que se construirán hasta el 2022. En la propia ciudad hay decenas de edificios (redondos) para la plantación de hortalizas.

La gran duda surge enseguida: ¿Cuántas de estas ciudades son necesarias crear constantemente para absorber el crecimiento poblacional de países que están creciendo a un ritmo totalmente distinto al europeo? Una vivienda en estas nuevas ciudades ya se está vendiendo por un millón de dólares. Muy sostenible no parece, pues esto conduce a las ciudades a ser un lugar para un determinado y único grupo social. 


Metro urbano donde las mujeres están separadas de los hombres

Si como sociedad tenemos que llegar a estos casos que vemos en la imagen, es que algo estamos haciendo muy mal ante la igualdad, ante el respeto entre personas, ante la convivencia y las ciudades humanas que deseamos como objetivo. Este es un vagón de Metro de una gran ciudad entre África y Asia, pero no muy alejada de Europa. Pero este ejemplo por desgracia lo hay cada vez en más ciudades.

Las mujeres están separadas por una línea para que en esas zonas de los vagones solo haya mujeres y niños. Es curioso porque también se podría haber hecho al revés. Una línea que separase a los hombres. Parece igual pero no es lo mismo. El motivo es claro y por eso los que deberían estar enjaulados detrás de una línea deberían ser los hombres.

Si en el siglo XXI nos sigue faltando formación y educación social, nos lo tendríamos que hacer mirar. No es de recibo que la solución sea esta. Pero tal vez es que nos lo merezcamos.


Nota:: La imagen es de Luis Iribarren, corresponsal de este blog allá donde las fronteras están abiertas.

Parada de bus urbano en Dubai, con aire acondicionado

Entre los mobiliarios urbanos que cada ciudad tiene que dotar a sus vecinos nos podemos encontrar elementos muy variados. Pero este es uno de los más modernos y adaptados al entorno que conozco. Es una parada de bus urbano, cerrado y con aire acondicionado. Está en las afueras de la ciudad de Dubai y sin duda es un habitáculo imprescindible para los meses de calor desértico en Emiratos Árabes Unidos

Ni qué decir tiene que no se puede fumar en su interior, pues más parece una celda cerrada que un espacio para estar muchas personas esperando al bus. Aunque si la temperatura exterior aprieta, me imagino al aire acondicionado no dando servicio suficiente.

En la ciudad de Dubai también hay barrios pobres

No por conocido nos resulta admisible asumir esta imagen de un barrio de la ciudad de Dubai como algo inevitable en este siglo XXI. Daría igual mostrar cualquiera de las centeneras de ciudades que crecen en todo el mundo a un ritmo casi incontrolable. 

Se convierten en todos los casos en ciudades muy desiguales, en bloques muy compartimentalizadas, donde hay bloques sociales claramente distintos.

En Sudamérica esto es muy palpable y nos lo han mostrado muchas veces. Pero también en los EEUU y en gran parte de África y Asia. La tendencia es crear ciudades que nada tienen que ver con la habitabilidad compartida. Una ciudad ya no ayuda a que sus integrantes gocen de los mismos servicios, incluso ya tampoco de los mismos paisajes.

El esclavismo en el siglo XXI tiene otro color, otra forma legal de ser admitido. Es lo mismo que hace 2.000 años pues tampoco ahora el esclavo puede dejar de ser esclavo. Ahora la diferencia está en que sí puede irse a dormir a su casa. Y a que las deudas para recuperar su libertad las paga en cómodos plazos… hasta la siguiente deuda.

Pero volvamos al urbanismo. Tras la enorme fachada futurista de una ciudad como Dubai que más parece siglo XXI que siglo XX, podemos observar que los barrios pobres son similares en todos los sitios. Calles estrechas, sin aceras, con casas de planta baja, con las ropas tendidas en las fachadas, irregulares, con cables colgando, con parabólicas, sin diseño.

Esta calle es de Dubai pero podría ser Marrakech o Badajoz si no fuera por el fondo de rascacielos. Podría ser Madrid años 80 o el Berlín que no sabe qué hacer son sus inmigrantes. ¿De verdad no es posible lograr resultados sociales y económicos más similares entre las diversas sociedades que habitan las mismas ciudades? ¿No es peligroso mantener estas enormes desigualdades?

¿Sirve de algo fijarse en Dubai, y ver su crecimiento urbano?

Es posible que el ejemplo del urbanismo de Dubai lo tengamos que tener en cuenta cada vez que pensemos en el futuro de nuestras ciudades. En estos momentos Dubai supera claramente los tres millones de habitantes censados (un millón más si sumamos la zona metropolitana). Pero en el año 1980 no llegaba a los 300.000, y en el año 2004 era cuando alcanzaba al millón de habitantes. Imaginarse este crecimiento es además de brutal, algo que se escapa a los paradigmas occidentales.

¿Puede ser una ciudad amable una urbe con este crecimiento? Pues posiblemente no, es muy complicado crear una ciudad casi desde la nada, tan desproporcionado su crecimiento, y además crearla 
para las personas, para sus habitantes. A eso hay que añadir el componente social de sus habitantes, con unas claras divisiones económicas, y donde los oriundos del país, Emiratos Árabes, no supera el 15%.

Europa debe seguir sabiendo que su urbanismo es el mejor para este siglo, que las modas pueden ser simplemente eso, modas de un tiempo, y que las ciudades son sobre todo contenedores de cuevas personales, de personas que necesitan estar arropadas por su entorno más cercano. 

Nota.: Nuestro agradecimiento a Luis Iribarren por estas imágenes.