Descubriendo el Arte Urbano en Grecia: Una Experiencia Virtual Fascinante


No es sencillo ponernos ahora a viajar para encontrar este Arte Urbano en Grecia. No conocer el barrio o la ubicación exacta donde se encuentra la obra complica aún más la búsqueda. No obstante, gracias a los modernos sistemas de información, podemos viajar por todo el mndo buscando Arte y sin salir de casa.

Me parece impresionante, se trata de Arte Urbano o Mural artístico, y resulta sumamente cautivador, incluso si no podemos comprender por completo el texto que lo acompaña. Todo indica que puede ser una frase con connotaciones religiosas. Llevar el Arte a las calles, creando Arte Urbano para multiplicar su impacto entre vecinos y transeúntes, es un ejercicio admirable.

Este tipo de arte es efímero y perdurará solo por un tiempo limitado. Se enmarca dentro del Arte Contemporáneo. Es una forma de arte diseñada para brindar pura satisfacción, ya que no está destinada a la venta ni a la adquisición."

Nota.: La imagen es de nuestro colaborador Luis Iribarren

Grecia vista desde el expresionismo


En todas las ciudades del mundo van creciendo pequeños espacios que se llenas de suciedad, pero que en realidad se van transformando en pequeños cuadros urbanos, en rincones que si los aprendemos a mirar nos pueden causar como poco sorpresa.

Esta imagen de una ciudad griega me la remite nuestro colaborar Luis Iribarren y resulta preciosa en sus formas, en sus distribuciones del espacio, en sus colores. Es urbanismo que sin querer se convierte en un cuadro expresionista.

Crecen las frases urbanas por las calles


Las escrituras en la calle, esos gritos de los vecinos en las paredes, a veces son inevitables. La sociedad ha crecido en necesidad de expresión y los nuevos medios tecnológicos motivas más todavía a ue todo el mundo quiera hablar en las paredes vecinas de sus calles.

Nadie duda de que Carla podría ser la mejor o casi, pero realmente a los demás nos importa muy poco esto. Ser el mejor es posible que sea una percepción solo de quien lo ha escrito en una pared.



Punto de Encuentro en los Caminos EScolares


Es una imagen de Martorell en donde todavía hay Puntos de Encuentro para iniciar los Caminos Escolares, una excelente idea para facilitar la seguridad en los niños cuando realizan sus recorridos desde sus casas a sus colegios, y que no en todas las ciudades han funcionado bien, por falta de voluntarios. 

Los niños son recogidos en estos puntos y son acompañados hasta los colegios caminando todos juntos con voluntarios que van con señales identificativas. Eso facilita a las familias poder también disponer de más tiempo para sus trabajos.

Tapa en el suelo de Valencia con curiosidad


Esta alcantarilla o tapa en el suelo para controlar el Alumbrado público está de Valencia. El texto no tiene duda. Alumbrado Púplico. Si es error gramatical como parece, es una curiosa manera de aprovechar el trabajo equivocado ya realizado. 

No es un montaje hecho en ordenador como también podría ser.  Es una casualidad urbana. Y sí, las mayúsculas se acentúan.

Las 18 ciudades españolas que NO quieren hacer su ZEB


Hay 18 ciudades en España que todavía no han iniciado los trámites administrativos para designar su Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en sus espacios urbanos y céntricos, lo que llevará a no poder disponer de ayudas europeas tal y como negoció en su momento el Ministerio de Transición Ecológica.

De las 151 ciudades españolas con más de 50.000 habitantes, las 18 que no están cumpliendo son: Tres Cantos (Madrid), Valdemoro (Madrid), Motril (Granada), Barakaldo (Bizkaia), Ferrol (A Coruña), Cerdanyola del Vallès (Barcelona), Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), El Puerto de Santa María (Cádiz), Mijas (Málaga), Calvià (Mallorca), Orihuela (Alicante), Aranjuez (Madrid), Coslada (Madrid), Arganda del Rey (Madrid), Telde (Gran Canaria), San Cristóbal de la Laguna (Tenerife), Granadilla de Abona (Tenerife) y Arona (Tenerife).

En estas zonas, diseñadas por las propias ciudades, no se puede ni circular o aparcar a los vehículos más contaminantes, en unos mapas que la DGT crea para que los conductores sepan en qué lugares no es posible entrar según las pegatinas que llevan en su coche. Esa información llegará además a los GPS de los conductores a través de los mapas de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Además de poder terminar el asunto en los tribunales, el Ministerio de Transportes va a fiscalizar todas las actuaciones municipales subvencionadas con cargo a los fondos europeos Next Generation, si antes de finalizar el año 2023 no se han iniciado los proyectos.

La Ley de Cambio Climático incluye la obligación de contar con una ZBE para municipios de más de 50.000 habitantes, y preparar y conservar zonas de vehículos sin motor, entre otros mandatos y cambios 
para bajar la contaminación en las ciudades.

Las únicas ciudades que tienen los deberes terminados y tienen en funcionamiento esta ZBE son a fecha de mayo 2023 Madrid, Barcelona, Córdoba, Pontevedra, A Coruña, Sevilla, Badalona, Rivas-Vaciamadrid, San Cugat del Vallés, Valencia y Sant Joan Despí. 

Y a fecha de septiembre 2023, sólo han cumplido el mandato de la Ley de Cambio Climático 14 de las urbes de más de 50.000 habitantes y 3 de las de más de 20.000 (obligadas también a activar ZBEs por los altos niveles de contaminación del aire)

¿Qué etiquetas de la DGT pueden entrar en las Zonas de Bajas Emisiones?

Aunque ninguna ley obliga a llevar puesta la etiqueta en el coche, sí que lo van a exigir las distintas ordenanzas municipales de los ayuntamientos. Esto implica que, si además estos tienen una Zona de Bajas Emisiones, va a ser necesario el control de acceso a través de estas etiquetas. De ahí que, en última medida, sea obligatorio que tu coche lleve algún tipo de etiqueta medioambiental de la DGT de forma visible si tiene que acceder al interior de una ZBE.

Las etiquetas con las que puedes acceder a una Zona de Bajas Emisiones son:

  • Etiqueta Cero: corresponde a coches eléctricos (BEV), eléctricos de autonomía extendida (REEV), híbridos enchufables con una autonomía de 40 km y los vehículos de pila de combustible.
  • Etiqueta Eco: pueden llevarla los vehículos híbridos enchufables que no puedan recorrer más de 40 km en modo eléctrico, los híbridos no enchufables y los de gas natural (GNC, GNL y GLP).
  • Etiqueta C: las llevan en el cristal tanto los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de 2006, los turismos y furgonetas diésel matriculados a partir de septiembre de 2015.
  • Etiqueta B: corresponde a los turismos y furgonetas de gasolina a partir de enero de 2001 hasta 2005 incluido, las furgonetas y turismos diésel a partir de 2006 hasta agosto de 2015.

El acceso y las restricciones de cada ZBE dependen de cada municipio, pero por norma general los coches de etiqueta C y B pueden acceder a estas zonas siempre y cuando no aparquen en la calle, sino en un aparcamiento público como así sucede, por ejemplo, en Madrid. Para los ECO y los Cero no hay ninguna restricción.



Tres zonas urbanas en la misma ciudad. Ricos, pobres y muertos


Podríamos decir que esta imagen ejemplariza mejor que ninguna lo que son las diferentes sociedades. Daría igual de qué ciudad hablamos, también de si es Asia, América o África. Se pueden repetir con ligeros cambios en la mayoría del mundo excepto en Europa.

Tres claras divisiones, tres claras zonas, separadas por dos líneas, por dos muros para que no haya dudas.

La ciudad de los ricos, verde, con grandes zonas para habitar, con una densidad baja y cerrada con su seguridad propia.

En el otro lado la ciudad de la pobreza, calles menos marcadas, irregulares, poco espacio y gran masificación. 

En medio el cementerio para que no haya duda de que la mezcla es casi imposible y muy fácilmente detectable. 

Para pasar de un lado al otro hay que cruzar el cementerio, abierto, limpio y que con cámaras de seguridad impide que se vaya de un lado al otro sin ser detectado.

Puede parecer lamentable, lo es, pero también lo es su propia realidad indigna. Todo son personas y quien nace en un lado, muere en ese mismo lado.

Fuente monumental de hace 1.800 años


Esta escultura mostrando una cabeza de medusa se encontró en Albesa, comarca de Noguera en Lleida, y servía para dar agua en una fuente municipal y ornamental de una calle, de la que cogerían agua para las viviendas los habitantes de la zona, pues en aquellos años como es lógico, no había todavía agua corriente en las viviendas. 

Estamos hablando del siglo II ó III dC, hace unos 1.800 años, y ya en las ciudades, en sus calles, los que ordenaban las ciudades ponían servicios comunales para humanizar los usos necesario para la vida. 

Estas fuentes monumentales que recogían las aguas de manantiales, facilitan la recogida de esas aguas para el consumo humano, de forma muy similar a como se estuvo haciendo en grandes ciudades hasta el siglo XIX.

¿Para qué sirven las ciudades inteligentes?

El futuro de las ciudades pasa por su gestión digital, por el uso de las nuevas tecnologías por parte de todos sus habitantes, incluidos los de mayor edad o de menos conocimientos tecnológicos

En breve aumentaremos el uso de las tecnologías basadas en redes que se comunican, y será imprescindible abandonar analfabetismo digital pues será un problema que debemos evitar. 

No puede haber distintas velocidades entre barrios, entre ciudades, entre distintos tipos de sociedades

Os voy a poner un ejemplo sencillo. Hoy están más preparados tecnológicamente los vendedores de los mercadillos ambulantes que una parte importante de sus potenciales clientes. Eso es ilógico para todas las partes. Los avances tecnológicos deben ir a la par.

Cuando hablamos de ciudades inteligentes siempre pensamos en primer lugar en el trabajo de las administraciones y no de la capacidad de las personas para usar las facilidades de estos sistemas. No solo son útiles para el tráfico o la seguridad. 

Hoy ya no es necesario (excepto que no se desee implantar sistemas que ya existen) esperar a que tu médico te confirme los resultados de un análisis, que desconozcas en qué lugar cercano a tu domicilio venden carne de caballo, que sepas si tu pedido está todavía en Málaga o en el repartidor, o que no sepas si te han concedido una ayuda o contrato si antes no acudes presencialmente a un despacho.

Las ciudades inteligentes deben dar información constante y completa de “todo” pero claro, antes debe existir un protocolo de información y una formación de los habitantes para su uso. 

Es posible que en breve ya no se pueda pagar en efectivo muchos de los pagos pequeños. Ya no se pueden pagar los grandes. El uso de diversas tarjetas o de una pero unificada, permitirá viajar en los diferentes servicios de transportes urbanos de varias ciudades, pagar las farmacias o recargar diversas aplicaciones familiares.

Es posible llamar a los servicios de emergencia con un simple pulsador de tu App donde quede reflejado el lugar de incidente, el minuto y el tipo de problema. Ya sabes el número de visitantes en un momento dado de un museo o un espectáculo. 

Ya es posible llamar en algunas ciudades a un taxi que venga a tu punto de recogida y te lleve a tus destino… sin conductor. Existen proyectos en prácticas de medios de transporte urbano gestionados desde unas oficinas y no desde la cabina.

Y todo con la misma facilidad con la que hoy puedes ya saber los niveles de contaminación de distintas zonas de tu ciudad, el tiempo en el que llegará tu próximo autobús urbano o la temperatura de tu ciudad dentro de 10 días.

A todo ello se tienen que implicar más procesos participativos en ambas direcciones, para que desde todos los niveles sea posible una mejor atención y una más barata mejora de los procesos. 

La información es muy válida para mejorar procesos, para crearlos y lograr que crezcan de forma sostenible económicamente. Y debe existir un sistema de control de esa información, para que no se haga un uso bastardo de la misma y para que todos los implicados creamos en ella. Y para eso lo mejor es información, información e información creíble.


Neolítico en Mequinenza. Primeros poblados


Los diversos hallazgos arqueológicos hallados en la localidad zaragozana de Mequinenza confirman cómo desde la Prehistoria los ríos Segre, Cinca y Ebro han sido fuente de vida para sus habitantes. Se tienen noticias de posibles asentamientos humanos en la zona desde hace unos 80.000 años.

En la imagen podemos observar como podría ser una casa dentro de un poblado de la época del Neolítico basada en los restos encontrados, cimentaciones leves de edificios circulares, cabañas agrupadas en un asentamiento similar a un poblado. 

Conocían el fuego, la cerámica, y si observamos el dibujo podemos ver que ya se disponían de animales de compañía, que los niños ya jugaban entre ellos y que las mujeres se quedaban en el hogar mientras los hombres se iban de caza.

Ya se conocía la agricultura y la ganadería, además de la artesanía de objetos para el hogar, para la conservación de alimentos. Estamos hablando de una edad sobre los 3.500 a 7.500 años hacia el pasado. Un periodo en el que también se creaban pinturas en abrigos y cuevas, posiblemente por motivos religiosos.

Como podemos observar el ser humano lleva miles de años sintiendo la necesidad de vivir en comunidad, dentro del sedentarismo buscaron vivir en comunidad y siempre cerca del agua y a ser posible en espacios de una cierta altura.

Nota.: El dibujo es del Museo de Lleida.


Verdes naturales en el Segre, por Lleida


Podríamos pensar en cualquier ciudad de Centro Europa y sus parques en el centro de sus ciudades, junto a ríos más o menos calmados y planos. Pero no, es España, es Lleida, es el Segre que a veces viene muy furioso y con ganas de joder la ciudad.

Así que a ambos lados de su cauce natural han ido dejando unos grandes espacios ajardinados y verdes, para disfrutar mientras no hay riadas que es la inmensa mayoría del tiempo.

Esto supone una calidad de vida para sus habitantes, el crecimiento de refugios para aves como sucede con el Ebro en Zaragoza, y la creación de pequeños pulmones verdes que se utilizan para pasear o para hacer deporte.

En Alemania esto mismo suele estar de forma muy similar para que los ciudadanos de la ciudad acudan los pocos días de sol suficiente, para sentarse en la hierba y disfrutar de un almuerzo o una tarde de buen tiempo.

A modo de defensa de las personas ante posibles caídas al agua y para que la vida natural de animales se puede defender mejor, se ha dejado a ambos lados de las orillas unas zonas naturales, sin intervención, para que todo esté más salvaje y real.

 

Acierto pleno en Lleida con esta farola escultura


El urbanismo de calidad se distingue enseguida, el cuidado en intentar agradar a los espacios, a los paseantes, se nota en los diseños del mobiliario urbano. No son baratos, o al menos no tienen el mismo precio público que un trabajo común. 

Pero el resultado tampoco es el mismo. Y a veces las ciudades se distinguen por el uso de los espacios públicos urbanos.

Las ciudades viven en parte del turismo, de sus calles, de sus parques. Y los ciudadanos de estas ciudades viven mejor aunque no siempre se den cuenta, si viven en ciudades agradables, en donde se cuida el detalle.

Esta es una farola múltiple y escultura a la entrada del parque Los Campos Elíseos de Lleida. No se puede añadir nada que no sea aplaudir a quien decidió su instalación. 

Trazado urbano e histórico de un pueblo castellano



Vamos a intentar entender un poco el urbanismo de una pequeña localidad histórica española, Soto de San Esteban en Soria, que llegó a tener unos 300 habitantes aunque ahora no llegue a los 100, y de la que se tiene constancia al menos desde el siglo XI en plena Reconquista cuando el Cid Campeador dominaba estas zonas

Localidad nombrada en el Cantar del Mio Cid pues en ella se encuentra una pequeña montaña llamada La Torre o la Torre de Doña Urraca donde el propio Cid resguardó a sus hijas Elvira y Sol tras ser ultrajadas.

Curiosamente a poca distancia hay otra montaña pequeña que se conoce con el nombre de Peña Moril, lo que nos indicaría que toda esta zona fue dominio claro de los árabes antes de la reconquista, con asentamientos que hoy todavía desconocemos.

Pero si sabemos que en el cercano San Esteban de Gormaz, a 5 kilómetros de Soto de San Esteban, existió un asentamientos fijo como población importante desde el año 900 antes de Cristo al ser un importante cruce de caminos junto al río Duero, frontera natural de toda esta zona.



Todo esto lo meto de introducción antes de hablar del diseño de la localidad. Si nos fijamos es un diseño claramente romano. Muy similar por ejemplo al de la ciudad de Zaragoza, pero en pequeño

Un gran trazado circular (el Coso) que en este caso es ovalado, y dos calles que lo cortan, de Norte a Sur (llamada Cardo), y de Este a Oeste (Decumano). Y con un punto central que es donde se juntan ambas calles interiores que en el caso que nos ocupa todavía se le conoce como “Las 4 calles”.

Las viviendas miran todavía hacia el interior de la localidad, dejando los corrales que sean los que miran hacia el exterior, hacia la carretera. 

No se emplea la vía de comunicación exterior como una calle principal, buscando que la localidad esté encerrada sobre sí misma. Un claro diseño militar de defensa. 

Esto nos llevaría otra vez al clásico diseño romano de un asentamiento militar para soldados a los que se les entrega la licencia y unos terrenos para que se asienten y repueblen.

Si analizamos los apellidos de esta localidad veríamos que los que más años llevan asentados son apellidos que provienen del norte de España, una curiosidad añadida.

Vemos pues en rojo las calles principales que siguen el clásico trazado romano y en naranja las calles auxiliares, casi como un abanico. Los puntos azules son lugares importantes para la localidad. 

Por una parte en azul claro tenemos la derecha una fuente de agua, si seguimos por su camino llegamos a la iglesia y al cementerio, para luego bajar por el Cardo hasta la Plaza donde hay otra fuente pública y las Escuelas o centro administrativo de la ciudad. Lo que podría haber sido en tiempos romanos el Foro y el centro de poder. 

Finalizamos con el último punto azul claro más al sur del plano que es el de “Las cuatro calles”. En azul fuerte he señalado los tres comercios que existieron en la localidad hasta mitad del siglo XX. Hoy y desde hace bastantes décadas, ya solo queda uno.

Pero la importancia de esta pequeña localidad es otra que todavía no hemos nombrado. ¿Cúal es el motivo de que un pequeño asentamiento sea catalogado de importante, con pocos vecinos, alejado de grandes carreteras aunque en una zona muy importante en el centro de aquella España en Reconquista?

Pues sin duda la pista la encontramos en su propio nombre. El Soto. El Soto hoy no existe, fue un soto de ribera, a las orillas del Duero, que se mantuvo casi en su totalidad hasta los años 60 del anterior siglo. 

Una extensión de bosque de al menos 1,5 millones de metros cuadrados, lo que equivaldría a unos 150/180 campos de fútbol de los grandes, junto al río y lleno de animales salvajes listas para ser cazados. 

Quiero decir que su fundamento como “lugar”, era el recreo de importantes familias de grandes localidades cercanas como San Esteban de Gormaz, Langa, El Burgo y Osma.

Aquel soto que da nombre a la localidad (todo el Norte y Este del trazado urbano actual cruzando incluso el cauce del Duero) desapareció talado por un inmenso error político de la Diputación de Soria que no quiso o supo impedirlo. 

Porque la importancia no radicaba solo en su masa forestal en medio de una zona bastante seca y arisca. Su existencia propiciaba un microclima especial que hacía más fresco los veranos y más calurosos los inviernos, con más lluvias y humedad.

Ni los romanos, ni los árabes, ni luego los cristianos de repoblación en tiempos del Cid, eran tan tontos como para no saber elegir bien en donde se asentaban.

Si nos queda duda de por qué no está la localidad a las orillas del río Duero habría que analizar la bravura de dicho río, y la realidad orográfica de la zona. La distancia no es mucha, pero la poca altitud que logra el lugar de asentamiento de Soto de San Esteban con respecto al cauce del Duero coloca esta zona como mucho más segura ante riadas. 

Era un lugar que servía de entrada al Soto. Y además nadie nos puede asegurar que el cauce actual del Duero no fuera en la antigüedad más recto que ahora, y que el meandro no se hubiera creado hace unos pocos siglos.