En el mundo del urbanismo de las ciudades, incluso en el del arte urbano y en el del coleccionismo, se presta atención a las alcantarillas, algo que puede parecer curioso pero que no lo es.
Las tapas de alcantarillas se fabrican con diseño propio y se busca que sean algo más que simple placas metálicas para tapas agujeros, sobre todo porque tienen que tener relieves profundos para evitar caídas en días de lluvia o nieve.
Esta tapa de alcantarilla que nos remite Luis Iribarren es de la ciudad de Calatayud en Zaragoza, un buen ejemplo de alcantarilla que además informa incluso del año de su fabricación, 1930, y de su fundidor B. Nuñez Herranz.