En muchas ciudades europeas de tamaño no muy grande se pueden ver espacios verdes a modo de plazas, pequeños parques junto a los grandes edificios de barrios residenciales, con pocos elementos y construidos a modos de pequeñas islas verdes para descansar o para esponjar las zonas. Son espacios con algunos bancos, juegos infantiles, mucho verde y grandes árboles, en muchos casos simulando pequeños paisajes naturales con relieves, para crear un urbanismo de silencio, de calma.
Estas imágenes son de un barrio de Gante en Bélgica, donde podemos ver como los edificios rodean la zona verde pública. A diferencia de otros países, los espacios públicos prefieren convertirlos en zonas verdes repartidos cada poco espacio, antes de en pequeños edificios para servicios, que son instalados en los bajos de los edificios o bien de tamaño más grande pero agrupando servicios de varios barrios en uno solo.