Ahora que en nuestras ciudades hemos padecido un periodo de frío algo mayor al habitual, nos ha salido esa sensación de que tal vez estemos en un espacio frío aterrador, casi Ártico. Y no, en España, incluso cuando hace mucho frío, gozamos de temperaturas casi normales en todo momento.
Hay varias localidades en nuestro planeta que se erigen como las más frías del mundo, y tal vez la que en estas semanas se ha puesto de moda sea Oymyakon (Oimiakon) que está en Siberia, cerca del Ártico. Una localidad, un pueblo y su entorno que se ha hecho famosa por sus fríos.
Oymyakon es una ciudad rusa ubicada a 7.000 kilómetros de Moscú y a 350 kilómetros del Círculo Ártico, en la república siberiana de Yakutsk. En esta localidad viven 530 personas de forma fija, unas 2.300 personas en su entorno, que resisten los fríos más extremos, y que en el año 1926 alcanzaron los -71,2 ºC.
El invierno dura 9 meses, pero en los otros tres meses del que podemos considerar verano, se llegan a tener temperaturas muy aceptables, que pueden llegar a los 20 grados sobre cero, con unos inviernos donde es muy sencillo alcanzar los -50 grados con 30 horas de sol en todo el mes.
¿Y qué sucede en una ciudad con -50 grados? Pues los aviones no pueden volar durante el invierno, sí funciona Internet, Wi-Fi y la televisión por cable, no se puede respirar si no es cubriéndose el rostro y es casi imposible correr, las baterías de los teléfonos duran muy poco, en las casas rurales (la mayoría en la zona) no pueden tener agua corriente pues las cañerías reventarían y los wáteres tienen que estar por ello fuera de las viviendas y en pequeñas cabañas, y los vehículos tienen que estar en garajes con calefacción y sus cristales de ventanas son dobles con cámara de aire. Los peces que se pescan quedan congelados en 30 segundo, la leche nunca está líquida a la venta y solo se recoge de las vacas y renos en los meses de verano, la gasolina se congela si los coches se dejan totalmente apagados en la calle, etc.
Hay que tener en cuenta que hablamos de una ciudad donde en invierno el día dura 3 horas, el resto es noche. En cambio en junio disfrutan de 21 horas de luz y de día. Curiosamente el pueblo que está a 750 metros de altitud sobre el nivel del mar, hace unos 10 grados más frío que en las montañas que lo rodean sobre unos 400 metros más altas, por la especial distribución del aire polar, sumado al que el aire frío al ser menos pesado se asientan sobre el valle donde se recibe menos luz y sol.
Los niños van al colegio con esas temperaturas, excepto que bajen de los -52 grados, que entonces les dan fiesta. Es una zona que vive del turismo y de la poca ganadería que tienen, y puede considerarse una zona bastante pobre por su pocos recursos, ya que los caros minerales de sus montañas o se han agotado o no se están explotando.