El mobiliario urbano y público tiene muchas formas de manifestarse, de otorgar calidad urbana y servicio a las personas de las ciudades. Esta imagen está tomada en la entrada a un museo público de Zaragoza. Una zona de calma, de relajación, de descanso, para antes de entrar o para la salida. Junto a una zona de cafetería y de librería especializada en arte. Es como si la descompresión tras salir del museo se tornara lenta, para no encontrarnos con la realidad de la calle de golpe.
Los diseños urbanos de los servicios públicos deben atender estos detalles de calidad en el servicio de las personas. En las ciudades no todo tienen que ser asfalto y semáforos. La calma y el descanso son muy importantes para la calidad de vida de las personas.