La sensación de seguridad cuando se viaja


Sé que muchos de vosotros ya conocéis esta famosa plaza de la ciudad de Marrakech, la conocido como Plaza de Yamaa el Fna, una de las más conocidas en el mundo, más curiosas y que sin duda además de trasladarte a otra época, sabemos que está de alguna manera adornada para los turistas. En el año 2001 fue nombrada como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Con independencia de que partes de ella sean añadidos para que el turista más fácil no se sienta engañado en lo que le muestran, es sin duda la muestra clara de una plaza que sirve de puerta de entrada a un enorme mercado medieval y casi auténtico.

Sin querer te adentras en unos espacios que si vas bien acompañado por un guía local, muy económicos si tienen algo de vista para elegirlos, te hará sentir que retrocedes varios siglos, en una seguridad muy alta, dentro de unos espacios urbanos complejos, diferentes, en donde es imposible salir indiferente.

¿Dónde radica la seguridad pasiva? Es esta una buena pregunta. En la plaza de Yamaa el Fna en Marrakech hay que sentirse seguro porque cada uno de nosotros sabemos que estamos seguros, pues es la única manera de disfrutar y conocer. Y por que además es verdad que se está seguro. 

Pero es cierto que para la mentalidad occidental actual, la seguridad y su sensación depende mucho de lo que llevamos como mochila en nuestros pensamientos. No crees que no te vas a sentir seguro, no vayas nunca, no podrás disfrutar de esta maravilla. Si en cambio están convencido que es tan segura como cualquier ciudad española, o incluso más, quedarás prendado de lo que ves, hueles o disfrutas.