En la ciudad alemana de Friburgo podemos contemplar además de sus clásicos Bächle —unos pequeños arroyos por el centro de la ciudad de los que en otro momento hablaremos— una serie de canales que cruzan la ciudad en su zona histórica, y que permiten disfrutar de pequeñas plazas verdes, casas y restaurantes con ventanas a estos pequeños ríos, formando un típico y bello paisaje alemán, que no resulta igual de agradable en invierno con nieve que en verano con sol y flores.
Las ventanas juegan en Friburgo un aspecto decorador importante en muchos centros históricos urbanos de las ciudades pequeñas, y en Friburgo no podría ser menos.
La mezcla de agua y arroyos, con flores y zonas verdes, más ventanas típicas, crean el ambiente urbano que da personalidad a las ciudades.