En los parques de la ciudad de Murcia es normal en estos finales de verano y principios de otoño ver jardines preparados con grandes girasoles. Con sinceridad no los había visto en otras ciudades, me pareció una planta barata y además eficaz para decorar, pues logra altura, unas flores grandes que además al cambiar de posición otorgan una visión de la zona ajardinada “que se mueve” con el día.
Curiosamente he encontrado este cuadro del pintor francés Gustave Caillebotte, del año 1885 que nos muestra unos girasoles en “The Garden at Petit Gennevilliers” como muestra de que en el pasado pudo ser habitual decorar los jardines de otoño con estas grandes flores.