Cierran servicios en los barrios por falta de rentabilidad, de la que son culpables en gran medida los propios vecinos. Pero también es cierto que las franquicias están muy atentas a cubrir huecos que van quedando. Y no me refiero a franquicias muy conocidas por todos, como las de comida rápida, que siendo las que enseguida se nos vienen a la mente, no son ni mucho menos las más perjudiciales para nuestros barrios.
Ya es normal en nuestras calles de barrios ver tiendas de compro y vendo oro o empeños. Y lo es también observar nuevas casas de préstamos rápidos, o casas de apuestas con o sin servicio de bebidas. Locales que no son necesarios en nuestros barrios, que no son servicios de vecindad. Pero que crecen como setas.
De todos nosotros dependen que sean negocio o no, y que por consiguiente crezcan o se agosten.
Nota.: La viñeta de Manel en eldiario.es refleja muy bien la nueva realidad en los barrios, con sus buitres rodeando a los vecinos.