Fuera de nuestros barrios los negocios del juego


Cada vez más los vecinos de los barrios están tomando conciencia de que algunos servicios comerciales no son los mejores para sus barrios. Hay libertad comercial, pero también hay libertad de expresión. Y no tiene sentido que en un barrio de toda la vida se monten locales de apuestas y máquinas de juego, aunque tengan libertad para ello. Así que las pintadas en las paredes salen como flores o como gritos. Lo curioso es que es negocio, es decir, somos tan tontos que caemos en la trampa.