En las ciudades grandes ya se empiezan a ver con más normalidad los patinetes eléctricos, que incluso están vendiéndose más que las bicicletas eléctricas. Sin duda son un buen elemento de transporte personal, sencillo de manejar y sobre todo muy sencillo de guardar en casa o en la oficina. Más sencillo y fácil que una bicicleta por su tamaño.
Los que conocemos ciudades europeas tipo Amsterdam, que sería el ejemplo máximo del uso de la bicicleta como medio de transporte, sabemos que la saturación de la bicicleta obliga a buscar soluciones. No es posible aparcar las bicicletas, es muy complicado ser peatón en Amsterdam e incluso ya es un problema para subir al resto de medios de transporte urbano.
Las bicicletas tienen un problema añadido. El robo incluso en ciudades europeas de uso masivo, es alto pues hay que dejarlas en la calle aparcadas, cuando se cogen otros medios de transporte público. Un patinete eléctrico cuesta de precio muy parecido a una bicicleta, pero ocupa mucho menos espacio y es más fácil de plegar y guardar. Desde 400 a 1.400 euros puedes comprar uno, y aunque necesita un aprendizaje, este es sencillo, aunque no siempre es válido para todas las edades.
No en todas las ciudades está bien regulado, pues algunos piensan que es un sistema más peatonal que la bicicleta y que puede ir por las aceras. Pero su crecimiento es muy alto y es cuestión de meses el que lo veamos crecer todavía más, entre los jóvenes y las personas de mediana edad.