Patio interior en Bélgica. Calma, verde, arte

Cada sociedad o cada zona del mundo, tiene sus propios diseños de patios interiores. Esas zonas de entrada, que ya no son calle, que ya son zonas privadas, y que representan el paso intermedio entre “la calle” y “el interior”, sea hacia zonas de viviendas o hacia lugares de trabajo. Hay sociedades en las que estos patios no existen abiertos a la calle, y son más bien patios (ya) interiores desde donde se distribuyen las habitaciones o incluso diversos pisos o viviendas, Las clásicas corralas castellanas o los patios interiores de los edificios árabes serían el ejemplo más sencillo. Distribuidores comunales de servicios.

Este patio intermedio entre la calle y los interiores privados es de Malinas, una ciudad de Bélgica. Y siendo una mini plaza ya privada sí es necesario remarcar algunos detalles clásicos y muy interesantes. Por una parte la sensación de tranquilidad, de naturaleza verde. Por otra una cierta libertad y amplitud para poder dejar aparcadas las bicicletas que son su medio de transporte al trabajo. Y por último el detalle de poner en medio de esta mini plaza una obra de arte, al igual que los árabes ponen una fuente con agua manando y refrescando el espacio.