Cada vez más los parques municipales de las grandes ciudades se riegan con aguas no potables, con captaciones de agua no apta para el consumo humano, aguas regeneradas y no aptas para el consumo humano que se usan para regar los parques municipales, para el llenado de piscinas municipales, la limpieza de calles y la utilización industrial en los casos que sean posibles, disminuyendo así el consumo de agua apta para el consumo humano.
Se utiliza agua que no es potable porque no está tratada y no es válida para el consumo humano, pero que permite muchos usos para la ciudad como el riego de jardines o pistas deportivas. Incluso en algunos casos, para el llenado de piscinas municipales.
En ciudades donde hay problemas de agua potable, utilizar el agua sin tratar, de lluvia, de pozos, es una alternativa totalmente recomendable, pues se cierra mucho mejor el ciclo del agua. Sólo se puede regar cuando existen reservas de agua no potable.
En ningún momento se trata de regar o utilizar aguas grises sin tratar, aguas que provengan de desagües humanos o incluso industriales. Este tipo de aguas no sirve por contaminación para regar, e incluso por el peligro que representaría para los trabajadores que las manipulaban en las zonas verdes.