Este enorme pino piñonero de Zaragoza, en el barrio del Rabal, es un ejemplar que forma un conjunto singular que se cuida de forma especial desde el Ayuntamiento de la ciudad por su tamaño pero también por formar parte del barrio desde años pretéritos, cuando todo esto eran pocas casas y campos de labor a su alrededor. En el año 1998 se puso una placa de reconocimiento al trabajo de los vecinos de la zona, que lograron salvarlo de la tala, tras numerosas quejas, el ser unos ejemplares que se encontraban en medio de lo que iba a ser una gran avenida. Al final lograron que dicha avenida se dividiera en dos para abrazar la zona verde y salvar al pino. Se calcula que tiene una edad de más de 100 años según atestiguan algunos vecinos de mucha edad, y su altura es de unos 18 metros, con una copa en redondo de unos 20 metros de diámetro.